* Formación: Los enanos blancos son la etapa final de la evolución de las estrellas como nuestro sol. Se forman cuando una estrella agota su combustible nuclear y arroja sus capas externas, dejando atrás un núcleo denso y caliente. Los agujeros negros, por otro lado, se forman desde el colapso de estrellas mucho más masivas, al menos 3-4 veces la masa del sol.
* Distribución de masa estelar: Hay muchas más estrellas en el rango de masa que se convierten en enanos blancos que las que se convierten en agujeros negros. La gran mayoría de las estrellas en el universo son pequeñas estrellas enanas rojas, que finalmente se convertirán en enanos blancos.
* Números observados: Si bien los agujeros negros son increíblemente densos y poderosos, también son relativamente raros en comparación con los enanos blancos. Los astrónomos han observado muchos miles de enanos blancos, pero solo unas pocas docenas de agujeros negros dentro de nuestra propia galaxia.
En resumen: Si bien los agujeros negros son objetos fascinantes y poderosos, son mucho menos comunes que los enanos blancos, que representan el destino final de la mayoría de las estrellas.