* Misa: Las estrellas nacen de enormes nubes de gas y polvo. Para encender la fusión nuclear (el proceso que alimenta las estrellas), un cuerpo celestial necesita una cierta masa mínima. Júpiter y Saturno, aunque grandes, son significativamente menos masivos que nuestro Sol. De hecho, Júpiter necesitaría ser aproximadamente 80 veces más masivo para convertirse en una estrella.
* Composición: Si bien tanto Júpiter como Saturno están compuestos principalmente de hidrógeno y helio, la composición del núcleo también es crucial. Las estrellas tienen un núcleo denso y caliente donde tiene lugar la fusión nuclear. Júpiter y Saturno carecen de la densidad y temperatura del núcleo necesarios para que ocurra la fusión.
* Fusión nuclear: El núcleo de una estrella necesita alcanzar temperaturas y presiones extremas para que se enciendan la fusión nuclear. Júpiter y Saturno simplemente no tienen las condiciones internas necesarias para este proceso.
¿En qué podrían haberse convertido?
Si bien Júpiter y Saturno no pudieron convertirse en estrellas, podrían haberse convertido en enanos marrones. Estos son objetos que son demasiado masivos para ser planetas pero no lo suficientemente masivos como para ser estrellas. Tienen una masa entre 13 y 80 veces la de Júpiter.
En resumen: Si bien Júpiter y Saturno son gigantes de gas, carecen de la masa necesaria, la composición central y las condiciones internas para convertirse en estrellas.