Desde una distancia, un transbordador espacial parece bastante robusto. Es enorme y sólido y puede soportar temperaturas extremas cuando ingresa a la atmósfera terrestre. Pero de alguna manera un transbordador espacial es delicado. La NASA la describe como "la máquina más compleja jamás construida". Una lanzadera completamente cargada pesa alrededor de 1, 300, 000 libras (589, 670 kilogramos) e incluye muchos circuitos complejos y piezas móviles, todos los cuales pueden romperse. En el pasado, Pequeños fracasos han llevado a desastres como la destrucción de Challenger en 1986 y Columbia en 2003.
La mayor parte del tiempo los retrasos en el lanzamiento de un transbordador espacial se deben a su complejidad y relativa fragilidad. La NASA se retrasará, o maleza , un lanzamiento después de detectar un problema existente o potencial. Retrasar el lanzamiento puede permitir que las amenazas se disipen o dar tiempo a los funcionarios para diagnosticar y reparar problemas.
Clima es una causa común de retraso. Antes del lanzamiento, La NASA usa globos meteorológicos, Radares Doppler, radares meteorológicos y otros equipos para vigilar las condiciones alrededor de la plataforma de lanzamiento. Las condiciones climáticas que pueden provocar retrasos incluyen:
Dificultades mecánicas son la otra causa principal de retrasos en el lanzamiento. Antes del lanzamiento, personas y sensores controlan las funciones vitales del transbordador. Si alguien nota una anomalía, la cuenta regresiva se detiene para que los trabajadores puedan encontrar y solucionar el problema. Un fallo mecánico en la carga útil del transbordador también puede retrasar el lanzamiento. Por ejemplo, si la misión del transbordador implica el despliegue de un satélite y los sensores del satélite fallan, el lanzamiento puede retrasarse.
A menudo, el transbordador espacial permanece en la plataforma de lanzamiento mientras el clima se despeja o los trabajadores de mantenimiento resuelven problemas técnicos. Pero a veces, el transbordador debe trasladarse de regreso al edificio de ensamblaje de vehículos (VAB). Esto se conoce como Retroceder . Hubo 17 retrocesos entre octubre de 1983 y agosto de 2006. Seis de ellos fueron el resultado del clima, mientras que los demás se debieron a problemas técnicos o fallas mecánicas. Un retroceso fue el resultado de una bandada de pájaros carpinteros picoteando agujeros en el aislamiento del tanque de combustible externo.
Algunos retrasos en el lanzamiento duran solo unos minutos, pero incluso un retraso muy breve puede hacer que un transbordador pierda su ventana de lanzamiento. Si la misión del transbordador requiere que llegue a un destino específico, la ventana de inicio puede ser muy corta, desde unos minutos hasta dos horas. Las ventanas de lanzamiento también pueden cerrarse debido a los acuerdos de la NASA con otras agencias espaciales. Por ejemplo, La NASA trabaja con el gobierno ruso para asegurarse de que las misiones del transbordador a la Estación Espacial Internacional no entren en conflicto con las misiones Soyuz al mismo destino.
Para obtener más información sobre los lanzamientos de transbordadores espaciales y otros temas que podrían interesarle, mira la página siguiente.
Retrasos versus retenciones de cuenta regresivaEl reloj se detiene con frecuencia durante la cuenta regresiva para el lanzamiento de un transbordador. Estas retenciones de cuenta atrás no son lo mismo que retrasos. Están planeados amortiguadores incorporados que permiten que el personal y la tripulación se encarguen de los preparativos específicos previos al lanzamiento.