* ciclos orbitales: La órbita de la Tierra no es perfectamente circular, y varía ligeramente de forma (excentricidad) durante decenas de miles de años. La inclinación de la tierra (inclinación axial) también cambia con el tiempo, al igual que el bamboleo del eje de la tierra (precesión). Estos cambios, conocidos como ciclos de Milankovitch, influyen en la cantidad de radiación solar recibida por diferentes partes de la Tierra.
* Impacto en el clima: Si bien estas variaciones orbitales influyen en el clima, sus efectos son lentos y ocurren durante miles de años. Pueden desencadenar la edad de hielo y otros cambios climáticos a largo plazo, pero no pueden explicar el calentamiento rápido que estamos observando hoy.
* Calentamiento global: La tendencia de calentamiento actual es causada principalmente por actividades humanas, particularmente la quema de combustibles fósiles, que libera gases de efecto invernadero a la atmósfera. Estos gases atrapan el calor y calientan el planeta.
En resumen:
* Los ciclos orbitales son una causa natural del cambio climático a largo plazo.
* El calentamiento rápido actual es causado por actividades humanas, no cambios orbitales.
* Las variaciones orbitales son demasiado lentas para dar cuenta del calentamiento reciente y rápido.
Por lo tanto, si bien la órbita de la Tierra juega un papel en los patrones climáticos a largo plazo, no afecta significativamente la tendencia de calentamiento global actual.