Las posibles causas de secreción lechosa del pezón en mujeres que no están embarazadas ni amamantando incluyen:
1. Niveles de prolactina:la secreción lechosa a veces puede ser causada por niveles elevados de la hormona prolactina. Esto puede ocurrir debido a ciertos medicamentos (como antidepresivos o antipsicóticos), problemas de tiroides, tumores de la glándula pituitaria u otras afecciones médicas.
2. Galactorrea:Se refiere a la producción de leche materna en personas que no están amamantando o que están recientemente embarazadas. Generalmente se debe a niveles elevados de prolactina. Se puede recomendar una evaluación adicional para identificar la causa subyacente.
3. Desequilibrios hormonales:Ciertos desequilibrios o trastornos hormonales, como la amenorrea (ausencia de menstruación), ciclos menstruales irregulares o problemas de tiroides, pueden provocar una secreción lechosa del pezón.
4. Ectasia de los conductos:se refiere al ensanchamiento y dilatación de los conductos galactóforos de la mama. A menudo se observa en mujeres mayores y puede provocar cambios en el tejido mamario, incluida la secreción del pezón.
5. Efectos secundarios de los medicamentos:Ciertos medicamentos, como los anticonceptivos orales, los antidepresivos, los antihistamínicos o las hormonas utilizadas para los tratamientos de fertilidad, pueden provocar una secreción lechosa como efecto secundario.
6. Quiste o tumor mamario:aunque es poco común, una secreción lechosa ocasionalmente puede indicar una afección mamaria subyacente, como un quiste o un tumor. Esto es más probable en los casos en que la secreción es espontánea, ocurre en un solo seno o está asociada con otros síntomas o cambios en el seno.
7. Estrés y ansiedad:El estrés o los altos niveles de ansiedad pueden afectar temporalmente la producción de hormonas y provocar una secreción lechosa.
Es importante consultar a un proveedor de atención médica si experimenta secreción lechosa del pezón, especialmente si es persistente, ocurre en un solo seno o si está acompañada de otros síntomas o cambios en los senos. Su médico puede evaluar la situación y determinar si son necesarias más investigaciones, como pruebas hormonales o imágenes de los senos.
Recuerde que la secreción lechosa por sí sola no es necesariamente motivo de alarma, pero es esencial que un profesional de la salud aborde cualquier cambio o inquietud relacionada con la salud de sus senos.