La forma de una nube en forma de hongo está determinada por varios factores, incluido el tamaño del arma nuclear, la altura a la que se detona y las condiciones atmosféricas. En términos generales, las armas nucleares más grandes producen nubes en forma de hongo más grandes, y las nubes en forma de hongo formadas en altitudes más altas son más difusas que las formadas en altitudes más bajas.
La nube en forma de hongo es un símbolo de las armas nucleares y el poder destructivo que poseen. Es un recordatorio de la devastación que puede causar una guerra nuclear y de la importancia de trabajar para prevenir un conflicto nuclear.