Actualmente hay alrededor de 2.000 satélites artificiales activos orbitando la Tierra. Esto incluye satélites utilizados para comunicaciones, pronóstico del tiempo, navegación, observación de la Tierra y transmisión. Además, se estima que hay varios miles de restos de satélites en órbita, incluidos satélites muertos, partes de cohetes y otros fragmentos. Estos objetos pueden suponer un riesgo para los satélites operativos y las misiones espaciales.