Los años luz se utilizan para medir grandes distancias en el espacio, como las distancias entre estrellas, galaxias y otros objetos celestes. Por ejemplo, la estrella más cercana a nuestro sistema solar, Próxima Centauri, está a unos 4,2 años luz de distancia. El centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, está a unos 27.000 años luz de distancia, y la galaxia de Andrómeda, una de nuestras galaxias vecinas más cercanas, está a unos 2,5 millones de años luz de distancia.
Al medir distancias aún mayores, los astrónomos también pueden utilizar unidades como pársecs o megaparsecs. Un pársec se define como la distancia a la que un objeto tiene un ángulo de paralaje de un segundo de arco (1/3600 de grado) cuando se ve desde los extremos opuestos de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Un pársec equivale aproximadamente a 206.265 unidades astronómicas (AU) o unos 3,26 años luz. Un megaparsec (Mpc) es un millón de parsecs.
Estas unidades permiten a los astrónomos medir y comprender las inmensas distancias a lo largo de la vasta extensión del cosmos.