Las hipernovas son las principales fuentes de elementos pesados en el universo. También se cree que están asociados con la formación de estallidos de rayos gamma (GRB), poderosos destellos de radiación de alta energía que se encuentran entre los fenómenos más energéticos del universo conocido.
Los mecanismos exactos que desencadenan las hipernovas aún no se comprenden completamente, pero se cree que implican una combinación de factores como la rápida rotación de la estrella masiva, la presencia de un fuerte campo magnético y la interacción con una estrella compañera binaria.
Las consecuencias de una hipernova pueden producir una variedad de objetos celestes, incluidos agujeros negros, estrellas de neutrones y restos de supernovas, que son capas de gas y escombros en expansión expulsados por la explosión.
Las hipernovas son eventos relativamente raros en el universo, y hasta ahora solo se han observado un puñado de casos confirmados. Un ejemplo notable es SN 1987A, una hipernova que ocurrió en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea.