Además de la luna y el sol, otros factores que pueden afectar las mareas incluyen la forma de la costa, la profundidad del agua y la rotación de la Tierra. La forma de la costa puede provocar que las mareas sean más altas o más bajas en determinadas zonas. La profundidad del agua también puede afectar la altura de las mareas. En aguas profundas, las mareas suelen ser más altas que en aguas poco profundas. La rotación de la Tierra también provoca que las mareas sean más altas en determinados momentos del día. Por ejemplo, las mareas suelen ser más altas durante el día que durante la noche.