El color atmosférico o perspectiva aérea se refiere al efecto que tiene la atmósfera terrestre sobre la apariencia de los objetos distantes. A medida que la luz viaja a través de la atmósfera, es dispersada y absorbida por partículas en el aire, como polvo, gotas de agua y moléculas. Esta dispersión y absorción de la luz hace que los colores de los objetos distantes parezcan menos saturados y más azulados o borrosos. La cantidad de dispersión depende de la longitud de onda de la luz, siendo las longitudes de onda más cortas (luz azul) las que se dispersan más que las longitudes de onda más largas (luz roja). Esta es la razón por la que el cielo parece azul durante el día y los objetos distantes aparecen azulados o brumosos.
El efecto de la dispersión atmosférica es particularmente notable en regiones montañosas o cuando se observan objetos distantes a través de masas de agua. Por ejemplo, las montañas a lo lejos pueden aparecer de color azul o violeta, y el agua de un lago o de un océano puede aparecer de color azul verdoso. La cantidad de dispersión atmosférica también depende de la hora del día, siendo el efecto más pronunciado durante el amanecer y el atardecer, cuando los rayos del sol tienen que atravesar una mayor parte de la atmósfera para llegar al observador.
La dispersión atmosférica es un factor importante en muchos campos, incluida la fotografía, la pintura y las ciencias atmosféricas. En fotografía, la dispersión atmosférica se puede utilizar para crear una sensación de profundidad y distancia en las imágenes. En pintura, la dispersión atmosférica se puede utilizar para crear paisajes realistas y enfatizar los efectos de la luz y la atmósfera. En las ciencias atmosféricas, la dispersión atmosférica se estudia para comprender la composición y las propiedades de la atmósfera y para predecir el clima.