En geografía, las líneas de latitud, o paralelos, son círculos imaginarios que corren paralelos al ecuador y rodean la Tierra. El ecuador, con una latitud de 0 grados, divide la Tierra en el hemisferio norte (por encima del ecuador) y el hemisferio sur (por debajo del ecuador).
La latitud geográfica de una ubicación es una coordenada importante, junto con la longitud, que se utiliza para señalar su posición en la superficie de la Tierra. Nos permite determinar la posición norte-sur y el clima en esa ubicación específica. La latitud juega un papel crucial en la comprensión de las variaciones en los patrones climáticos, la distribución de la vegetación y la cantidad de radiación solar que reciben las diferentes áreas del planeta.
La latitud astronómica, por otro lado, se utiliza en la navegación celeste y en la astronomía. Se refiere al ángulo entre el cenit de un lugar (el punto directamente encima) y el ecuador celeste (la proyección del ecuador de la Tierra sobre la esfera celeste). Junto con la longitud celeste, permite el posicionamiento preciso de objetos celestes en el cielo, incluidas estrellas, planetas y galaxias.