1. Radiación Alfa:
- Está formado por partículas alfa, que son partículas cargadas positivamente.
- Las partículas alfa están formadas por dos protones y dos neutrones, idénticas a un núcleo de helio.
- La radiación alfa tiene un poder de penetración muy bajo y puede detenerse con una hoja de papel o unos centímetros de aire.
- Es el tipo de radiación de fuente externa menos dañina porque no puede penetrar la piel.
- Sin embargo, la radiación alfa puede ser peligrosa si se ingieren o inhalan materiales radiactivos porque pueden dañar los tejidos desde el interior.
2. Radiación Beta:
- Está formado por partículas beta, que son electrones de alta energía o positrones (electrones con carga positiva).
- Las partículas beta tienen mayor poder de penetración en comparación con las partículas alfa. Pueden atravesar el papel pero son detenidos por unos milímetros de aluminio o unos metros de aire.
- La radiación beta puede provocar quemaduras en la piel y daños en los tejidos, pero no puede penetrar profundamente en el cuerpo.
- Plantea riesgos para la salud más importantes si se ingieren o inhalan materiales radiactivos, exponiendo los órganos internos a la radiación beta.
3. Radiación Gamma:
- Está formado por fotones de alta energía (paquetes de energía electromagnética) emitidos por la desintegración de los núcleos atómicos.
- La radiación gamma tiene el mayor poder de penetración entre los tres tipos de radiación. Puede atravesar fácilmente papel, aluminio e incluso paredes gruesas de hormigón.
- La radiación gamma puede causar daños importantes a los tejidos vivos y al ADN, lo que provoca enfermedades por radiación, mutaciones genéticas y un mayor riesgo de cáncer.
- Es fundamental utilizar protecciones adecuadas y precauciones de seguridad cuando se trabaja con fuentes radiactivas emisoras de rayos gamma para minimizar la exposición y garantizar la protección radiológica.