El LHC es el acelerador de partículas más grande y potente del mundo, diseñado para hacer colisionar protones a energías muy altas para estudiar las partículas y fuerzas fundamentales del universo. Si bien las colisiones producen una enorme cantidad de energía, está extremadamente controlada y ocurre dentro de parámetros diseñados específicos. Todos los controles de seguridad y diseños de ingeniería garantizan que el experimento funcione muy por debajo de niveles potenciales que podrían alterar o dañar catastróficamente la Tierra en cualquier nivel.