Con el tiempo, el núcleo se ha enfriado, pero todavía está muy caliente. Se estima que la temperatura en el centro del núcleo es de unos 5.700 grados Celsius, que es más caliente que la superficie del Sol. La presión en el centro del núcleo también es muy alta, aproximadamente 3,6 millones de veces la presión al nivel del mar.
El núcleo de la Tierra está en constante movimiento. El hierro y el níquel fundidos en el núcleo se convectan, lo que significa que suben y bajan en corrientes convectivas. Este proceso de convección genera el campo magnético de la Tierra. El campo magnético protege a la Tierra de la dañina radiación solar y también ayuda a animales como pájaros e insectos a orientarse.
El núcleo de la Tierra también es responsable de la rotación del planeta. El proceso de convección en el núcleo crea una fuerza llamada fuerza de Coriolis. La fuerza de Coriolis hace que la Tierra gire sobre su eje.
El núcleo de la Tierra es una parte importante del planeta. Mantiene en funcionamiento el campo magnético de la Tierra y ayuda a regular la rotación de la Tierra. Sin el núcleo, la Tierra sería un planeta muy diferente.