El huracán Dora está dando a conocer su presencia en el Océano Pacífico, con temperaturas gélidas en las cimas de las nubes que indican el increíble poder de la tormenta. Las imágenes de satélite han revelado que la tormenta tiene bandas bien definidas y un ojo distinto, rodeada de imponentes nubes convectivas que pueden alcanzar alturas de más de 15 kilómetros.
En el corazón de la tormenta, las temperaturas en la cima de las nubes se han desplomado a -85 grados Celsius (-121 grados Fahrenheit), un testimonio de la fuerza de Dora. Esta frialdad extrema demuestra el intenso movimiento ascendente dentro de la tormenta, donde el aire se eleva rápidamente, se enfría y se condensa en cristales de hielo, formando las imponentes nubes cumulonimbus.
Además de las gélidas cimas de las nubes, Dora está generando olas de gran altura en alta mar. Las boyas y las mediciones satelitales indican alturas de olas significativas que exceden los 10 metros (33 pies) en las cercanías de la tormenta. Se insta a los marineros y a las comunidades costeras a extremar las precauciones debido a la posibilidad de que se produzcan condiciones marinas peligrosas, incluidas fuertes corrientes, mares agitados y erosión costera.
Se espera que el huracán Dora mantenga su fuerza actual a medida que avanza hacia el oeste sobre las aguas abiertas del Océano Pacífico. Si bien no se prevé que toque tierra, sus restos podrían provocar fuertes lluvias y ráfagas de viento en partes de Centroamérica y el sur de México en los próximos días. Las poblaciones costeras deben vigilar de cerca la trayectoria de la tormenta y prestar atención a las advertencias o avisos emitidos por las autoridades locales.