Los cometas no "impulsaron la vida en la Tierra" en el sentido científico. La presencia de cometas o sus impactos por sí solos no se considera una prueba ni un factor determinante clave en el origen de la vida. Aunque pueden haber contribuido con ciertas moléculas o condiciones, la cuestión de los orígenes de la vida implica procesos complejos y múltiples factores contribuyentes, en su mayoría explorados a través de diversas hipótesis.