Las estrellas Wolf-Rayet se encuentran típicamente en asociaciones y cúmulos de estrellas jóvenes, y se cree que se encuentran en una etapa tardía de su evolución, justo antes de convertirse en supernovas. Son extremadamente masivos, con masas que oscilan entre 10 y 100 veces la de nuestro Sol, y tienen temperaturas superficiales muy altas, que oscilan entre 25.000 y 250.000 grados Celsius.
Una de las características clave de las estrellas Wolf-Rayet son sus fuertes vientos estelares, que pueden alcanzar velocidades de hasta varios miles de kilómetros por segundo. Estos vientos son impulsados por la intensa presión de radiación de la estrella y pueden hacer que la estrella pierda una cantidad significativa de masa. Como resultado, las estrellas Wolf-Rayet suelen aparecer como burbujas luminosas de gas y plasma, conocidas como nebulosas Wolf-Rayet.
Las estrellas Wolf-Rayet también son conocidas por sus características espectrales inusuales, que incluyen fuertes líneas de emisión de helio, nitrógeno y oxígeno. Estas líneas de emisión son causadas por la intensa ionización de los gases en la atmósfera de la estrella y pueden proporcionar información valiosa sobre las propiedades físicas y la etapa evolutiva de la estrella.
Las estrellas Wolf-Rayet son relativamente raras, pero desempeñan un papel importante en la evolución de las galaxias y el enriquecimiento del medio interestelar. Se cree que son los progenitores de algunos tipos de supernovas y se cree que aportan cantidades significativas de elementos pesados al entorno circundante a través de sus vientos estelares y explosiones.