Cuando estén completamente fríos, los instrumentos del telescopio, especialmente sus conjuntos de detectores de infrarrojos, quedarán protegidos del calor del Sol, la Tierra y el observatorio a un nivel comparable al resplandor del Big Bang. Esto es esencial para permitir que JWST detecte tenue luz infrarroja de objetos extremadamente distantes y fríos en el universo.
El proceso de crioenfriamiento implica el uso de parasoles, sistemas criogénicos pasivos y sistemas de enfriamiento activo para minimizar la transferencia de calor al telescopio. Fue diseñado para realizarse por etapas y se ha gestionado activamente desde el lanzamiento de JWST en diciembre de 2021.
Una vez que JWST alcance su temperatura objetivo, podrá comenzar operaciones científicas regulares, capturando observaciones innovadoras y brindando a los científicos información sin precedentes sobre el cosmos.