La falta de atmósfera significa que no hay viento ni lluvia en Mercurio. La superficie del planeta es constantemente bombardeada por la radiación del Sol y los rayos cósmicos, que pueden dañar las naves y los equipos espaciales.
Mercurio tiene una exosfera muy delgada, que está formada por átomos de helio, hidrógeno, oxígeno y sodio. Estos átomos escapan constantemente de la atmósfera del planeta y son reemplazados por átomos provenientes del viento solar.
El clima en Mercurio es un desafío para las naves espaciales, que deben poder soportar temperaturas extremas y radiación. La misión BepiColombo de la Agencia Espacial Europea está programada para lanzarse en 2024 y llegar a Mercurio en 2030. La misión estudiará la superficie, la atmósfera y el campo magnético del planeta.