Eyección de sistemas planetarios:algunos planetas rebeldes pueden haber sido expulsados de sus sistemas planetarios originales debido a interacciones gravitacionales con otros planetas o perturbaciones causadas por objetos masivos como estrellas que pasan. Las interacciones gravitacionales dentro de un sistema planetario abarrotado pueden provocar inestabilidad orbital, provocando la expulsión de planetas al espacio interestelar.
Formación estelar fallida:Los planetas rebeldes también podrían formarse independientemente del colapso de pequeñas nubes de gas que carecen de masa suficiente para formar estrellas. Estas estrellas fallidas, conocidas como enanas marrones, pueden confundirse con planetas rebeldes. Es posible que algunos planetas rebeldes se hayan formado de esta manera, pero determinar su verdadera naturaleza puede ser un desafío.
Fragmentación de discos:durante la formación de sistemas planetarios, el disco de gas y polvo alrededor de la estrella central a veces puede fragmentarse en grupos. Estos grupos pueden colapsar y formar planetas que nunca se acumulan adecuadamente en la estrella central y eventualmente se convierten en planetas rebeldes.
Captura por estrellas:los planetas rebeldes también pueden ser capturados por estrellas durante su viaje a través de la galaxia. Cuando un planeta rebelde pasa cerca de una estrella, su trayectoria puede verse alterada por la atracción gravitacional de la estrella, lo que hace que quede ligado a la influencia gravitacional de la estrella y eventualmente se convierta en un compañero.
Formación primordial:otra hipótesis sugiere que algunos planetas rebeldes pueden haberse formado en las primeras etapas de la formación de galaxias, cuando las nubes interestelares eran más caóticas y densas. Las interacciones gravitacionales dentro de estas primeras nubes podrían haber dado origen a planetas aislados que nunca llegaron a formar parte de un sistema estelar en particular.
Los desafíos de observación contribuyen a la dificultad de estudiar planetas rebeldes, ya que son extremadamente difíciles de detectar debido a la falta de una estrella anfitriona y a su débil emisión de luz. A medida que la tecnología mejora y se ponen en funcionamiento telescopios más avanzados, los astrónomos pueden obtener una mejor comprensión de la formación y prevalencia de los planetas rebeldes.