Para que una parte de la Luna se convierta en un asteroide cercano a la Tierra, necesita escapar de la atracción gravitacional de la Luna. Esto puede ocurrir a través de varios mecanismos:
1. Expulsión por impacto: Un gran impacto en la Luna puede expulsar material al espacio. Si el material expulsado tiene suficiente velocidad, puede escapar de la gravedad de la Luna y entrar en una órbita independiente alrededor del Sol.
2. Perturbación gravitacional: La influencia gravitacional de los cuerpos celestes cercanos, como la Tierra u otros planetas, puede perturbar la órbita del material lunar, provocando potencialmente que algunos se escapen.
3. Interacción con las mareas: Las fuerzas de marea ejercidas por la Tierra sobre la Luna pueden generar tensión y deformación dentro de la corteza lunar. Si estas tensiones se vuelven significativas, pueden provocar que se lance material al espacio.
Captura por la gravedad de la Tierra:
Una vez que un trozo de material lunar escapa de la gravedad de la Luna, debe ser capturado por la gravedad de la Tierra para convertirse en un asteroide cercano a la Tierra. Esta captura puede ocurrir a través de varios procesos:
1. Atracción gravitacional: A medida que el material lunar que se escapa viaja por el espacio, experimenta la atracción gravitacional de la Tierra. Si la influencia gravitacional de la Tierra se vuelve más fuerte que la de la Luna, el material será atraído hacia la Tierra.
2. Mecanismo Kozai: El mecanismo de Kozai es una interacción dinámica que se produce entre las órbitas de dos cuerpos debido a su influencia gravitacional mutua. En algunos casos, el mecanismo de Kozai puede conducir al intercambio de momento angular, haciendo que la órbita inicialmente muy elíptica del material lunar se vuelva más circular y más cercana a la Tierra.
3. Interacción resonante: Ciertas configuraciones orbitales pueden crear resonancias gravitacionales entre el material lunar y la Tierra. Estas resonancias pueden alterar gradualmente la órbita del material, acercándolo a la Tierra.
Al escapar de la gravedad de la Luna y ser posteriormente capturado por la influencia gravitacional de la Tierra, una parte de la Luna puede convertirse en un asteroide cercano a la Tierra. Si bien estos eventos son raros, brindan información valiosa sobre la dinámica de nuestro sistema solar y la formación y evolución de los cuerpos celestes.