Se cree que las ondas gravitacionales observadas por LIGO fueron producidas por fusiones de agujeros negros masivos o colisiones de estrellas de neutrones. Estos eventos son predichos por nuestra comprensión actual de la astrofísica y la relatividad general y están bien respaldados por los datos recopilados por LIGO.
Si bien algunas teorías sugieren que los PBH podrían producir ondas gravitacionales en determinadas circunstancias, estos escenarios son altamente especulativos y requieren condiciones que no se comprenden bien ni se respaldan mediante observaciones.
Por lo tanto, si bien no se puede descartar por completo la posibilidad de que algunas de las señales de ondas gravitacionales detectadas por LIGO puedan atribuirse a PBH, actualmente se considera muy improbable según la evidencia actual y nuestra comprensión de la astrofísica.