La astrología, que asigna rasgos de personalidad y fortuna en función de las posiciones de las estrellas y los planetas, suele seguir un sistema diferente al de la astronomía, que es el estudio científico de los objetos celestes. En la antigüedad, los astrónomos reconocieron esta constelación y dividieron la eclíptica en 12 partes iguales, basándose en las constelaciones que atravesaba el Sol durante el año. Estas 12 divisiones, conocidas como signos del zodíaco, tienen un significado cultural y se utilizan en astrología.
Aunque Ofiuco es visible en el cielo nocturno e incluso cruza la eclíptica en dos puntos, no se incluyó como signo del zodíaco porque no se alinea directamente con la trayectoria del Sol. Por lo tanto, astrológicamente hablando, los signos del zodíaco siguen definidos por las tradicionales doce divisiones de la eclíptica, aunque las constelaciones reales podrían haber cambiado ligeramente con el tiempo debido a la inclinación del eje de la Tierra conocida como precesión axial.