Los estudios sobre la eficacia de la oración han producido resultados mixtos. Algunos estudios han encontrado que la oración puede conducir a mejoras en la salud física, la salud mental y el bienestar general. Otros estudios no han encontrado efectos significativos de la oración sobre la salud u otros resultados.
En términos de beneficios emocionales y espirituales, muchas personas descubren que la oración les ayuda a sentirse conectados con algo más grande que ellos mismos, reduce el estrés y les brinda una sensación de paz y consuelo. Además, la oración puede ser un medio para expresar gratitud, pedir orientación y conectarse con la propia fe.
Si bien no existe una respuesta definitiva sobre el poder de la oración, muchas personas consideran que es una poderosa fuente de fortaleza y conexión con algo más grande que ellos mismos. En última instancia, el poder de la oración puede residir en las propias creencias y experiencias del individuo con ella.