Spitzer fue lanzado en 2003 con una vida útil prevista de 2,5 años. El telescopio fue diseñado para observar el universo en luz infrarroja, lo que le permite ver a través de nubes de polvo y gas que bloquean la luz visible. Spitzer ha hecho muchos descubrimientos importantes, incluido el de nuevos planetas, galaxias y estrellas.
En 2009, la NASA anunció que la misión del Spitzer se ampliaría cinco años más. El telescopio había estado funcionando sin problemas y la NASA quería seguir aprovechando sus capacidades únicas.
En 2014, la NASA volvió a ampliar la misión del Spitzer, esta vez por tres años más. El telescopio había seguido funcionando bien y la NASA seguía considerándolo un activo científico valioso.
La misión extendida del Spitzer finalizará en enero de 2020. El telescopio se apagará y eventualmente volverá a entrar en la atmósfera de la Tierra.
Hay algunas razones por las que Spitzer ha durado tanto. En primer lugar, el telescopio se construyó con un diseño muy robusto. Es capaz de soportar las duras condiciones del espacio, incluidas temperaturas extremas y radiación.
En segundo lugar, los ingenieros de Spitzer han hecho un excelente trabajo en el mantenimiento del telescopio. Regularmente han realizado tareas de mantenimiento, como la limpieza de los espejos del telescopio y la calibración de sus instrumentos.
En tercer lugar, Spitzer ha tenido suerte. El telescopio nunca ha tenido un fallo importante. Este es un testimonio de la habilidad de los ingenieros que diseñaron y construyeron Spitzer.
La misión ampliada del Spitzer ha sido un gran éxito. El telescopio ha realizado muchos descubrimientos importantes y nos ha ayudado a comprender mejor el universo. Spitzer será recordado como uno de los telescopios espaciales más exitosos de la historia.