Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha alterado los métodos tradicionales de evaluación. Muchas escuelas han tenido que pasar al aprendizaje en línea, lo que puede dificultar la evaluación precisa del desempeño de los estudiantes. Además, algunos estudiantes han enfrentado desafíos importantes durante la pandemia, como enfermedades, pérdida del trabajo familiar o desplazamiento, que pueden afectar aún más su capacidad para aprender y lograr logros.
Como resultado, existe cierta preocupación de que la evaluación de la pandemia no sea justa para los estudiantes. Algunos estudiantes pueden ser penalizados por circunstancias fuera de su control, mientras que otros pueden beneficiarse de políticas de calificación más indulgentes. Esto podría generar disparidades en las admisiones universitarias y la ayuda financiera, así como en las futuras oportunidades profesionales de los estudiantes.
No existe una manera fácil de resolver este problema. Sin embargo, es importante ser consciente de los posibles desafíos de la evaluación de una pandemia y tomar medidas para mitigarlos. Por ejemplo, las escuelas pueden brindar apoyo adicional a los estudiantes que tienen dificultades y utilizar múltiples medidas de evaluación para obtener una imagen más completa de sus habilidades académicas. Los colegios y universidades también pueden ajustar sus criterios de admisión para tener en cuenta las circunstancias únicas de la pandemia.
Al trabajar juntos, podemos ayudar a garantizar que todos los estudiantes tengan una oportunidad justa de tener éxito en sus estudios postsecundarios, a pesar de los desafíos de la pandemia.