Sensación de flotar :
En gravedad cero, los astronautas experimentan una sensación de flotar. Sin la fuerza de la gravedad que los mantenga atados a la tierra, deben sujetarse a una estación para dormir para evitar alejarse.
Posición para dormir :
Los astronautas suelen dormir en sacos de dormir fijados a las paredes o al techo de sus alojamientos. A menudo atan sus sacos de dormir para mantenerse en su lugar y usan bandas elásticas o velcro para asegurarse a las superficies para dormir.
Falta de un ciclo sueño-vigilia :
Debido a que no existe un ciclo natural día-noche en el espacio, los astronautas deben seguir un horario de sueño estricto para mantener ritmos circadianos regulares. Duermen alrededor de 8 horas por día, al igual que en la Tierra, pero puede resultarles difícil establecer y mantener una rutina de sueño constante.
Condiciones de luz :
En el espacio, hay luz solar continua desde ciertos ángulos, lo que puede alterar el ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo. Para crear oscuridad, los astronautas usan cortinas opacas o máscaras para dormir para bloquear la luz y simular las condiciones nocturnas.
Tono muscular y pérdida ósea :
La exposición prolongada a la microgravedad provoca una serie de cambios fisiológicos, incluida la pérdida de masa muscular y densidad ósea. Esto puede afectar la calidad del sueño al reducir la capacidad de mantener una posición corporal estable durante el sueño.
Ruido de fondo :
Los astronautas comparten espacios habitables con los sonidos continuos de los sistemas, maquinaria y equipos de soporte vital. Estos ruidos pueden distraerlo e interrumpir el sueño.
Problemas de oído :
Las condiciones de microgravedad pueden hacer que los líquidos del cuerpo se desplacen, incluso dentro de los oídos. Algunos astronautas experimentan congestión o trompas de Eustaquio bloqueadas, lo que puede provocar problemas de audición e incluso contribuir a alteraciones del sueño.
Factores psicológicos :
Las estancias prolongadas en el espacio, el aislamiento de la Tierra y la naturaleza exigente de los viajes espaciales pueden introducir factores estresantes psicológicos y ansiedad, que pueden afectar negativamente la calidad del sueño.
En general, dormir en el espacio requiere ajustes y adaptaciones a condiciones únicas, y los astronautas dependen de diversas estrategias y ayudas para dormir para lograr un descanso óptimo durante las misiones espaciales.