Un nuevo giro en la superficie hirviente de Betelgeuse
Una comparación directa de una simulación por computadora de una supergigante roja no giratoria con observaciones de Betelgeuse con ALMA. Si no se resuelve suficientemente con telescopios, la convección a gran escala puede dar como resultado un mapa de velocidad dipolar. La fila superior muestra mapas de intensidad, la fila inferior muestra mapas de velocidad radial. La columna de la izquierda muestra la simulación de la estrella en máxima resolución; la columna del medio muestra observaciones simuladas con resolución reducida. La columna de la derecha muestra la observación real de ALMA. Crédito:The Astrophysical Journal Letters (2024). DOI:10.3847/2041-8213/ad24fd
Betelgeuse es una conocida estrella supergigante roja en la constelación de Orión. Recientemente ha llamado mucho la atención, no sólo porque las variaciones en su brillo llevaron a especulaciones de que una explosión podría ser inminente, sino también porque las observaciones indicaron que está girando mucho más rápido de lo esperado.
Esta última interpretación ahora es cuestionada por un equipo internacional dirigido por astrónomos del Instituto Max Planck de Astrofísica, quienes proponen que la superficie en ebullición de Betelgeuse puede confundirse con una rotación incluso en los telescopios más avanzados. Otros astrónomos están analizando activamente nuevos datos de observación para probar tales hipótesis.
Betelgeuse, una de las estrellas más brillantes del hemisferio norte, se puede encontrar fácilmente a simple vista en la constelación de Orión. Betelgeuse es una de las estrellas más grandes conocidas. Con un diámetro superior a mil millones de kilómetros, es casi 1.000 veces más grande que el sol. Si hubiera estado en nuestro sistema solar, habría envuelto la Tierra y su atmósfera habría llegado a Júpiter.
Se supone que una estrella tan grande no gira rápidamente. En su evolución, la mayoría de las estrellas se expanden y giran hacia abajo para conservar el momento angular. Sin embargo, observaciones recientes sugirieron que Betelgeuse está girando bastante rápido (a 5 km/s), dos órdenes de magnitud más rápido de lo que debería girar una sola estrella evolucionada.
La evidencia más destacada de la rotación de Betelgeuse provino del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). Las 66 antenas de ALMA funcionan juntas como si fueran un único telescopio gigante. Utilizan una técnica conocida como interferometría, donde dos o más antenas captan una señal del universo y unen fuerzas para analizar la señal y obtener información sobre su fuente de emisión.