Distribución de la metalicidad de las primeras supernovas a 10 millones de años de la explosión. La eyección de supernova (región naranja) se ha expandido a un radio de 1 kpc y ha enriquecido el gas circundante hasta alcanzar metalicidades de 10
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a 10
-2
metalicidad solar. Las franjas amarillas del fondo son la estructura cósmica de la materia oscura. Crédito:ASIAA/Ke-Jung Chen
Utilizando simulaciones de hidrodinámica de radiación tridimensional de alta resolución y un modelo detallado de física de supernova ejecutado en supercomputadoras, un equipo de investigación dirigido por el Dr. Ke-Jung Chen del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sínica (ASIAA) ha revelado que las propiedades físicas de las primeras galaxias están determinadas críticamente por las masas de las primeras estrellas. Su estudio se publica en The Astrophysical Journal .
Se prevé que el amanecer cósmico comenzó aproximadamente entre 200 y 400 millones de años después del Big Bang, marcando el final de las edades oscuras cósmicas con la iluminación de las primeras estrellas (estrellas Pop III) y galaxias. Basado en la cosmología moderna, el ensamblaje jerárquico de los halos de materia oscura (DM) proporciona pozos gravitacionales que facilitan la formación de gases primordiales, dando lugar al nacimiento de las primeras estrellas dentro de mini halos de DM con masas de alrededor de 1 millón de masas solares.
Tras la aparición de las primeras estrellas, la inyección de radiación, metales y masa de estas estrellas y sus supernovas desencadena un proceso transformador, que hace evolucionar el universo primitivo simple hacia un estado de complejidad creciente. El amanecer cósmico simboliza la transición de segunda fase después del Big Bang. Sin embargo, la transición crucial desde las primeras estrellas individuales hasta la formación de las primeras galaxias sigue siendo un enigma central en la astrofísica moderna.
Cuando los halos DM alcanzan masas de alrededor de mil millones de masas solares a través del ensamblaje jerárquico de formación de estructuras, se vuelven lo suficientemente masivos como para sostener ciclos sucesivos de nacimiento y explosión estelar. Esto marca el surgimiento de las primeras galaxias, ya que pueden mantener la formación estelar sin perder todo el combustible en el medio intergaláctico.