El agua se desliza por las grietas y los poros de la roca y hace que la roca se rompa en pedazos más pequeños. Ese proceso se llama meteorización. Hay dos mecanismos principales de meteorización: congelación-descongelación y resistencia química. El agua es fundamental para ambos procesos, y hay mucha agua en la Tierra. Las sondas espaciales y el análisis científico indican que no hay agua líquida en la luna. Eso significa que no hay meteorización en la luna, al menos no de la manera en que la gente piensa en la Tierra. Las estructuras de roca en la luna se rompen en pedazos más pequeños; simplemente sucede de una manera diferente.
Congelar y descongelar
Cuando llueve, el agua se filtra en las grietas y poros de la roca. Si la temperatura baja lo suficiente como para que el agua se congele, se expandirá y empujará a los lados de las grietas, abriéndolas una cantidad minúscula. La luz del sol luego derrite parte del agua y se filtra aún más en las grietas. Las temperaturas bajo cero vuelven y la grieta se estira. Durante miles o millones de años, el ciclo de congelación-descongelación romperá una roca grande en trozos más pequeños, cambiando una sólida cima de la montaña, por ejemplo, en un revoltijo de cantos rodados.
Chemical Weathering
Feldespato es una especie de roca ígnea; es decir, se formó a partir de lava solidificada o magma. Algunas estimaciones dicen que el feldespato compone hasta 60 por ciento de la corteza terrestre. El feldespato tiene otra propiedad interesante: en presencia de agua se convierte parcialmente en minerales de arcilla. La arcilla es bastante suave y se erosiona fácilmente bajo la acción del viento y la lluvia. Entonces, cuando el agua se filtra en los poros del feldespato, inicia una reacción química que termina arrastrando la superficie de la roca, dejando diminutos cristales de cuarzo similares a arena y otros minerales químicamente inactivos. La erosión química erosiona la superficie de las características de las rocas grandes, dejando que la arena se arrastre bajo la lluvia.
La Luna
Dado que el clima es creado por las interacciones entre el aire, el agua y la luz solar, la luna no tiene clima. Entonces la luna técnicamente no tiene desgaste. Pero debe haber algún proceso equivalente, o la luna sería algo así como una gigantesca roca sólida. La respuesta está en los cientos de meteoroides que golpean la superficie de la luna cada año. Hace miles de millones de años, los meteoroides atacaron a una velocidad mucho mayor, y en general eran más grandes que los meteoritos actuales. Los impactos transportan suficiente energía para hacer pedazos la roca y hacer que los fragmentos se esparzan. Los pequeños fragmentos se descomponen aún más por rayos cósmicos energéticos y micrometeoritos adicionales. Debido a que estos procesos hacen lo mismo que a la intemperie en la Tierra, se llaman meteorización espacial.
Agentes meteorológicos en la Tierra
En la escala del sistema solar, la Tierra y la Luna están en cada una los bolsillos traseros de otra persona: cualquier cosa relacionada con el espacio que le ocurra a uno debería pasarle a la otra. Entonces, la Tierra debería ver al menos tanto espacio intemperie como la luna. Y lo sería, si no fuera por la envoltura protectora que usa la Tierra: la atmósfera. Casi todos los meteoros que se dirigen hacia la Tierra se queman cuando llegan a la atmósfera. Los más grandes que golpean la Tierra pueden ser devastadores, pero a escala global tienen una importancia mucho menor que otros procesos de meteorización.