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  • Científico desarrolla dispositivos desechables para identificar alergias

    Gabriel Caballero Robledo del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (CINVESTAV) de Monterrey, México, está trabajando en el diseño de un pequeño dispositivo médico capaz de detectar alergias o enfermedades de forma rápida y económica.

    Durante su estancia en los Países Bajos para realizar estudios postdoctorales, Caballero Robledo conoció a colegas franceses que trabajaban con dispositivos médicos de microfluidos; como especialista en materia granular, que es cualquier material con forma de granos de arena, decidió diseñar y mejorar estos dispositivos.

    Cuando empezó a trabajar en Cinvestav, ubicado dentro del Parque de Investigación e Innovación Tecnológica (PIIT), le interesó seguir esta línea de trabajo con la idea de combinar el conocimiento del material granular con dispositivos médicos microfluídicos porque conoce cómo se comportan estos pequeños granos.

    "Queremos diseñar dispositivos desechables, que se puede comprar en la farmacia, se puede utilizar y desechar, y no son caras. El dispositivo sería similar a una barra de 2x1 centímetros, y estar hechos de plástico con un insumo que procese sangre o saliva ".

    Según el especialista, el dispositivo detectará alergias. Sin embargo, descubrió que los dispositivos son muy sensibles a la densidad del paquete de partículas de hierro dentro de los canales de microfluidos, que no habían sido considerados previamente para análisis de sangre.

    "Lo que haré es optimizar el dispositivo y ver qué tan densamente compactados están los granos de hierro, así como la cantidad de nanopartículas que se pueden atrapar (con granos de hierro), porque cuanto más atrapa, más sensibilidad tendrá para detectar alergias o afecciones diversas ”.

    Los dispositivos de microfluidos se pueden aplicar a la medicina a través de procesos de miniaturización que son comunes en los grandes aparatos de laboratorio convencionales. La idea es integrarlos en un pequeño dispositivo, conferir las ventajas de portabilidad y desechabilidad.

    El investigador explica que cuando las nanopartículas se mezclan con sangre para realizar análisis clínicos, se mueven hacia adentro debido a la temperatura, y cuando encuentran un anticuerpo, la detectan para determinar e identificar una alergia o enfermedad.

    Caballero Robledo agrega que de momento, se encuentran en la etapa de controlar la densidad de empaquetamiento y las partículas irregulares. Lo siguiente es comprender cómo cambian las nanopartículas capturadas para encontrar el tamaño óptimo para la máxima sensibilidad e identificación de alergias o patologías.

    "En el laboratorio de Cinvestav desarrollamos un protocolo de preparación para el canal de fluidos que permite un control preciso sobre cómo se colocan los granos en el dispositivo".

    En la actualidad, el equipo está trabajando en cómo las nanopartículas quedan atrapadas juntas, para comprender el tamaño y la disposición óptimos de las partículas. Hoy dia, las alergias se detectan mediante una prueba ELISA y el análisis tarda hasta tres horas.


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