La sustancia que ayuda a promover la división celular en la epidermis de la piel se llama Factor de Crecimiento Epidérmico (EGF). Es un factor de crecimiento polipeptídico que estimula el crecimiento y proliferación de los queratinocitos, las células más abundantes de la epidermis. El EGF se une a receptores específicos en la superficie de los queratinocitos, lo que luego desencadena una serie de cascadas de señalización intracelular que finalmente conducen a la síntesis de ADN y la división celular. El EGF desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la integridad estructural y la función de barrera de la piel, promoviendo la cicatrización de heridas y regulando el desarrollo y la homeostasis de la piel.