Esta es la señal más inmediata y visible de un fracaso en el inicio. Cuando una startup se queda sin efectivo, ya no puede permitirse pagar a sus empleados. Esto puede suceder muy repentinamente, dejando a los empleados luchando por encontrar nuevos trabajos.
2. Los activos se venden.
Para recaudar efectivo, una startup puede vender sus activos, como muebles, equipos e inventario. Esto puede dañar aún más la reputación de la empresa y dificultar la atracción de nuevos inversores.
3. La empresa se endeuda.
Una startup también puede intentar pedir dinero prestado para mantenerse a flote. Esta puede ser una medida peligrosa, ya que puede conducir a un ciclo de endeudamiento del que la empresa no puede escapar.
4. La empresa se declara en quiebra.
Si una startup no puede pagar sus deudas, puede verse obligada a declararse en quiebra. Este es un proceso legal que puede resultar en la venta de los activos de la empresa para pagar a sus acreedores.
5. Se adquiere la empresa.
En algunos casos, otra empresa puede adquirir una startup. Este puede ser un buen resultado para los empleados e inversores de la startup, ya que puede brindarles una forma de recuperar algunas de sus pérdidas.
6. La empresa simplemente cierra sus puertas.
Si una startup no puede encontrar una manera de recaudar efectivo o venderse, simplemente cerrará sus puertas. Este es el resultado más devastador para los empleados e inversores de la startup, ya que significa que todo su arduo trabajo ha sido en vano.
¿Qué les sucede a los fundadores después del fracaso de una startup?
Las consecuencias del fracaso de una startup pueden resultar difíciles para los fundadores. Es posible que sientan vergüenza y fracaso, y que tengan dificultades para encontrar nuevos trabajos. Sin embargo, es importante recordar que el fracaso es parte del proceso empresarial. Muchos empresarios exitosos han fracasado varias veces antes de lograr finalmente el éxito.
A continuación se ofrecen algunos consejos para los fundadores que se enfrentan a las consecuencias del fracaso de una startup:
* Tómate un tiempo para hacer el duelo. Es importante permitirse sentir las emociones que acompañan al fracaso, como la tristeza, la ira y la decepción. No intentes reprimir estas emociones ni finjas que no existen.
* Habla con alguien de confianza. Hablar de tus sentimientos puede ayudarte a procesarlos y empezar a seguir adelante. Encuentre un amigo, familiar o terapeuta en quien pueda confiar.
* No te rindas. El fracaso no es el fin del mundo. Es una oportunidad para aprender de tus errores y volver más fuerte. Si tienes la pasión y el impulso, podrás lograr cualquier cosa que te propongas.