El gobierno federal tardó en responder a la crisis y no fue hasta enero de 2016 que el presidente Obama declaró el estado de emergencia en Flint. Para entonces, la ciudad llevaba más de un año sin agua potable.
La crisis del agua en Flint fue un gran fracaso del gobierno en todos los niveles. La ciudad de Flint, el estado de Michigan y el gobierno federal no lograron proteger a los ciudadanos de Flint de los peligros del agua contaminada con plomo.
A raíz de la crisis, la ciudad de Flint ha estado trabajando para reemplazar sus tuberías viejas y restaurar el agua potable para sus residentes. Sin embargo, el daño ya está hecho. La crisis del agua en Flint ha tenido un impacto devastador en la ciudad, tanto física como psicológicamente. También ha planteado serias dudas sobre la capacidad del gobierno para proteger a sus ciudadanos de los peligros ambientales.
Aquí hay algunas razones por las que la crisis del agua en Flint no resultó en que la ciudad quedara enterrada en botellas de agua:
* La crisis no fue evidente de inmediato. La crisis del agua en Flint se desarrolló lentamente con el tiempo. Los residentes de Flint tardaron meses en darse cuenta de que su agua estaba contaminada. Cuando la crisis se hizo pública, el daño ya estaba hecho.
* El gobierno federal tardó en responder. El gobierno federal estuvo al tanto de la crisis del agua en Flint durante meses, pero tardó en tomar medidas. No fue hasta enero de 2016 que el presidente Obama declaró el estado de emergencia en Flint.
* La ciudad de Flint no estaba preparada. La ciudad de Flint no estaba preparada para una crisis de agua. No tenía un plan para hacer frente a la contaminación de su suministro de agua.
* Los residentes de Flint no fueron informados adecuadamente. Los residentes de Flint no fueron informados adecuadamente sobre los peligros del agua contaminada con plomo. No se les dijo que el agua no era potable y no se les proporcionó información sobre cómo protegerse.
La crisis del agua en Flint fue una tragedia que podría haberse evitado. Es un recordatorio de la importancia de la rendición de cuentas del gobierno y la necesidad de que los ciudadanos estén informados sobre los riesgos para su salud.