En un estudio reciente, investigadores de la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign investigaron las interacciones entre los CNT y las moléculas de agua. Descubrieron que los CNT exhiben una relación de amor/odio con el agua, dependiendo de las condiciones específicas.
Por un lado, los CNT son hidrofóbicos, es decir, repelen el agua. Esto se debe a que los átomos de carbono de los CNT no son polares, lo que significa que no tienen carga eléctrica neta. Las moléculas de agua, por otro lado, son polares, lo que significa que tienen un extremo positivo y un extremo negativo. Esta polaridad hace que las moléculas de agua se atraigan entre sí, pero no hacia los CNT no polares.
Por otro lado, los CNT también pueden ser hidrófilos, lo que significa que atraen agua. Esto sucede cuando los CNT se funcionalizan con grupos que contienen oxígeno, como grupos hidroxilo (-OH) o grupos de ácido carboxílico (-COOH). Estos grupos hacen que los CNT sean más polares, lo que les permite formar enlaces de hidrógeno con moléculas de agua.
Los investigadores descubrieron que la hidrofobicidad/hidrofilicidad de los CNT se puede controlar cambiando la química de la superficie de los CNT. Esto podría ser importante para desarrollar nuevas tecnologías de filtración de agua, así como para comprender el comportamiento de los CNT en sistemas biológicos.
En general, el estudio proporciona nuevos conocimientos sobre las interacciones entre los CNT y el agua, que podrían tener una amplia gama de aplicaciones en ciencia y tecnología.