Por ejemplo, para crear la antipartícula de un electrón, un positrón, se estima que un láser necesitaría concentrar energía equivalente a miles de billones de electronvoltios (TeV) en un objetivo muy pequeño. Esto va mucho más allá de las capacidades de la tecnología láser actual y requeriría láseres de enorme tamaño y consumo de energía.
Además, incluso si se pudiera desarrollar un láser tan potente, la eficiencia del proceso de producción de antimateria probablemente sería extremadamente baja, lo que lo haría poco práctico para la producción a gran escala.
Actualmente, la antimateria se produce principalmente a través de aceleradores de partículas, que utilizan potentes campos eléctricos para acelerar las partículas a altas energías y hacerlas colisionar para producir pares de partículas de materia y antimateria. Este método, aunque sigue siendo muy complejo y consume mucha energía, ha demostrado ser más factible y eficiente que el uso de láseres para la creación de antimateria.
En conclusión, si bien se ha propuesto el concepto de utilizar láseres para la creación de antimateria, sigue siendo una idea altamente especulativa que enfrenta importantes desafíos prácticos y teóricos. Actualmente, los aceleradores de partículas son el medio principal para producir antimateria.