Cuando Microsoft anunció sus planes de adquirir Yahoo en 2008, la respuesta inicial de Wall Street fue mixta. Algunos analistas vieron el acuerdo como un paso positivo para ambas empresas, citando posibles sinergias y la naturaleza complementaria de sus negocios. Creían que la fuerte posición de Microsoft en software y hardware podría ayudar a impulsar el atribulado negocio de publicidad en Internet de Yahoo y aumentar su cuota de mercado.
Por otro lado, algunos escépticos expresaron su preocupación sobre la capacidad de Microsoft para integrar eficazmente a Yahoo en sus operaciones y revertir con éxito sus servicios web en declive. Señalaron que Microsoft tenía un historial de adquisiciones fallidas y había incertidumbre sobre cómo el gigante tecnológico gestionaría la transición.
Si bien estas reacciones iniciales en Wall Street tuvieron matices, hubo un cambio en el sentimiento cuando finalmente se cerró el acuerdo. A pesar de las dudas iniciales, los avances positivos y los esfuerzos de integración, así como el creciente éxito de Microsoft en el desarrollo de productos como Bing (el motor de búsqueda de Microsoft), condujeron a una mejor percepción general de la adquisición. Wall Street reconoció la visión estratégica a largo plazo de Microsoft y comenzó a prepararse para el pacto Microsoft-Yahoo.
Es importante señalar que mi análisis se basa en información disponible hasta septiembre de 2021 y es posible que la dinámica del mercado haya cambiado desde entonces.