1. Desgaste y desgaste: A medida que los productos plásticos se desgastan durante su uso y eliminación, se pueden liberar nanopartículas al medio ambiente. Esto puede ocurrir a través de mecanismos como la abrasión, la erosión y la fragmentación. Por ejemplo, las nanopartículas de las bolsas de plástico pueden liberarse al medio ambiente a medida que se manipulan, transportan y desechan las bolsas.
2. Lixiviación: Las nanopartículas pueden filtrarse de los recubrimientos plásticos debido a su pequeño tamaño y su gran superficie. Este proceso puede acelerarse por factores como la exposición al agua, el calor o productos químicos. Por ejemplo, las nanopartículas de los envases de plástico para alimentos pueden filtrarse a los productos alimenticios cuando se exponen a altas temperaturas durante la cocción o el almacenamiento.
3. Fotodegradación: Las nanopartículas de los revestimientos plásticos pueden degradarse mediante la exposición a la luz solar, lo que provoca su liberación al medio ambiente. Este proceso es particularmente relevante para los plásticos que se utilizan al aire libre, como las películas plásticas de mantillo y los materiales de construcción plásticos.
4. Biodegradación: Algunas nanopartículas pueden ser biodegradadas por microorganismos presentes en el medio ambiente. Este proceso puede provocar la liberación de nanopartículas al suelo, al agua o al aire.
5. Transporte por aire y agua: Las nanopartículas liberadas al medio ambiente pueden transportarse a través del aire y el agua. Esto puede ocurrir a través de mecanismos como el viento, la lluvia y la escorrentía. Por ejemplo, las nanopartículas de las botellas de plástico desechadas en los vertederos pueden transportarse a los cursos de agua a través de la escorrentía de aguas pluviales.
La liberación de nanopartículas de los revestimientos plásticos puede plantear riesgos potenciales para el medio ambiente y la salud humana. Las nanopartículas pueden interactuar con los sistemas biológicos y tener efectos adversos en los organismos, incluida la vida acuática y la vida silvestre terrestre. También pueden ingresar a la cadena alimentaria y potencialmente acumularse en los tejidos humanos.
Para mitigar los riesgos potenciales asociados con las nanopartículas en los recubrimientos plásticos, es importante implementar prácticas adecuadas de gestión de residuos y diseñar productos plásticos teniendo en cuenta la liberación de nanopartículas.