Las vacunas siguen siendo el estándar de oro para la protección contra patógenos peligrosos, pero su desarrollo requiere un tiempo considerable y enormes recursos. Los virus que mutan rápidamente, como el SARS-CoV-2, pueden reducir su eficacia e incluso volverlos obsoletos.
Para abordar estas brechas, un equipo multiuniversitario dirigido por Vivek Kumar del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey está desarrollando una terapia de hidrogel que actúa como una primera línea de defensa contra virus y otras amenazas biológicas. Los péptidos que componen este gel evitan que virus como el SARS-CoV-2, que causa el COVID-19, se adhieran a las células y entren en ellas. Lo hacen uniéndose a un receptor particular del patógeno invasor y al mismo tiempo se agregan en una "máscara molecular" multicapa que amortigua su acción.
En el transcurso de su investigación, el equipo descubrió que la máscara molecular por sí sola prevenía las infecciones. La ventaja potencial de esta nueva tecnología, afirman, es su capacidad para combatir diversos patógenos y mutaciones de enfermedades.
"Es importante proteger a las personas en las fases iniciales de un brote", afirmó Kumar, profesor asociado de ingeniería biomédica. "Nuestro nuevo mecanismo también podría ayudar a los primeros intervinientes en primera línea, al personal militar que se encuentre con nuevos patógenos, a las personas en áreas remotas y de escasos recursos y a aquellos que no pueden recibir vacunas".
El objetivo a corto plazo es producir un spray nasal contra las infecciones transmitidas por el aire.
En un estudio publicado en la revista Nature Communications , el equipo describió cómo la máscara se une de forma no específica a su objetivo. Está compuesto de péptidos diseñados computacionalmente (cadenas de aminoácidos que forman proteínas) que se autoensamblan en hidrogeles fibrosos a nanoescala. En comparación, los anticuerpos producidos por las vacunas se dirigen a receptores particulares, como las vacunas de ARNm desarrolladas durante la pandemia, que se unen a proteínas específicas en el pico del SARS-CoV-2.
El descubrimiento del equipo surgió de una investigación realizada al comienzo de la pandemia sobre nuevos enfoques para evitar que el virus invada las células. El diseño inicial, que incluía péptidos dirigidos al pico de SARS-CoV-2, analizó dominios muy específicos. Sin embargo, los geles peptídicos no específicos que también diseñaron formaron una fibra multicapa encima del virus.
El grupo ha postulado que las cargas negativas de las fibras interactúan con proteínas con cargas diferentes en la superficie viral, enmascarándolas y evitando así que interactúen con las células nativas.
Más información: Joseph Dodd-o et al, Fibrillas antivirales de péptidos autoensamblados con composiciones ajustables, Nature Communications (2024). DOI:10.1038/s41467-024-45193-3
Información de la revista: Comunicaciones sobre la naturaleza
Proporcionado por el Instituto de Tecnología de Nueva Jersey