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  • Dar pasos hacia un riñón artificial portátil

    Esta imagen muestra una sección transversal de un riñón. Crédito:Holly Fischer / Wikipedia

    Simplemente no hay suficientes trasplantes de riñón disponibles para los millones de personas con insuficiencia renal. Aparte de un trasplante, la única alternativa para los pacientes es someterse a sesiones regulares de diálisis para eliminar los desechos celulares dañinos de sus cuerpos. Ahora, los científicos informan en ACS Nano un nuevo sorbente de urea que podría acelerar el progreso hacia el desarrollo de un peso ligero, Riñón artificial portátil con el potencial de hacer que la diálisis sea más conveniente, cómodo y eficaz.

    Por lo general, la diálisis requiere tres visitas a la semana a un centro de atención médica, donde los pacientes están atados a una máquina durante horas. Esto no solo es engorroso, pero los resultados de salud con el tratamiento son malos. El problema es que los riñones filtran la sangre durante todo el día; la diálisis simplemente no puede hacer un buen trabajo cuando se realiza solo unas pocas veces a la semana. Los científicos están ansiosos por desarrollar un riñón artificial que pueda usarse todo el tiempo, realizar diálisis de forma continua. Un obstáculo aunque, es urea, que debe eliminarse para mantener el equilibrio de nitrógeno del cuerpo. En la actualidad, la diálisis se ocupa de la urea utilizando una enzima que descompone la molécula en amoníaco y dióxido de carbono, pero la cantidad de material necesaria para realizar esta reacción es demasiado grande y pesada para llevarla cómodamente en el cuerpo. Entonces, Babak Anasori, Yury Gogotsi y sus colegas querían probar un nuevo enfoque.

    Los investigadores recurrieron a un nanomaterial emergente llamado MXene, nanohojas bidimensionales de carburos metálicos. En lugar de descomponer la urea, MXene puede capturar el compuesto intercalando moléculas de urea entre sus capas delgadas en nanómetros. A temperatura ambiente, el material podría capturar el 94 por ciento de la urea de los materiales desechados de las máquinas de diálisis. Cuando se prueba a temperatura corporal (98,6 F), el material podría retener aún más urea. Es más, MXene no mató células, sugiriendo que podría usarse con seguridad en personas. Los investigadores concluyen que el material podría ayudar a convertir en realidad el concepto de un riñón artificial que se pueda llevar cómodamente.


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