(Phys.org) —Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una forma de aprovechar el movimiento quimiotáctico para transportar medicamentos a través de la barrera hematoencefálica. En su artículo publicado en el sitio de acceso abierto Avances en Ciencias , los investigadores describen la técnica y su eficacia en ratas de prueba.
Los científicos médicos han trabajado durante muchos años para encontrar medicamentos para tratar enfermedades cerebrales, muchos de los cuales han demostrado ser eficaces, pero su uso se ha visto obstaculizado por la barrera hematoencefálica. La barrera hematoencefálica es un mecanismo de filtrado involucrado con los capilares que transportan sangre al cerebro. El filtro está adaptado para evitar que los productos químicos nocivos entren en uno de los órganos más críticos. Los científicos han estudiado una variedad de formas de hacer pasar las sustancias químicas a través de la barrera hematoencefálica, y aunque algunos han tenido éxito, todavía existe una gran necesidad de opciones mejoradas. En este nuevo esfuerzo, los investigadores han encontrado una forma de utilizar el movimiento quimiotáctico para transportar los productos químicos deseados a través del filtro.
El movimiento quimiotáctico ocurre cuando un organismo responde a sustancias químicas en el medio ambiente, haciendo que se muevan. La nueva técnica no implica la inserción de un organismo extraño en el torrente sanguíneo, por supuesto; en lugar de, Implica inyectar vesículas (denominadas "nano nadadores"), que son pequeñas cápsulas llenas de sustancias químicas que se mueven por sí mismas mediante una acción química llamada movimiento browniano. Dicho movimiento se induce al hacer que las vesículas sean asimétricas, con un lado más permeable que el resto de la cáscara de la vesícula. Esto permite que una mayor parte del material del interior reaccione con el material del exterior en un solo lado de la vesícula, haciendo que se mueva hacia el material que encuentra atractivo.
Los investigadores notaron que uno de los principales materiales que atraviesa la barrera hematoencefálica es la glucosa, porque el cerebro lo usa como fuente de energía. Al hacer que las vesículas sean atraídas por la glucosa en concentraciones más altas, los investigadores pudieron conducir la vesícula a través de la barrera hematoencefálica y hacia el cerebro de los ratones de prueba. Una vez ahí, las vesículas eran libres de disolverse, liberando los productos químicos en el interior. Los investigadores informan haber encontrado un aumento de cuatro veces en la cantidad de medicamento que llega al cerebro en comparación con los métodos convencionales.
© 2017 Phys.org