Las nanopartículas de plata causan más daño a las células testiculares que las nanopartículas de dióxido de titanio, según un estudio reciente del Instituto Noruego de Salud Pública. Sin embargo, el uso de ambos tipos puede afectar a las células testiculares con posibles consecuencias para la fertilidad.
La nanotecnología se utiliza cada vez más en productos de consumo, medicamentos y productos de construcción. Los riesgos potenciales del uso de nanopartículas artificiales deben monitorearse para que la industria pueda desarrollar productos que sean seguros para los humanos y la naturaleza.
Investigaciones anteriores han demostrado que las nanopartículas pueden cruzar tanto la barrera hematoencefálica como la barrera hematoencefálica en ratones y ratas. y son absorbidos por las células. Este estudio tuvo como objetivo ver si las nanopartículas de plata y dióxido de titanio tenían algún efecto en las células testiculares de humanos y ratones.
Los investigadores encontraron que las nanopartículas de plata tenían un efecto tóxico en las células, suprimiendo el crecimiento y la multiplicación celular y provocando la muerte celular según las concentraciones y la duración de la exposición. El efecto fue más débil para las nanopartículas de dióxido de titanio, aunque ambos tipos causaron daño al ADN específico del tipo celular, con posibles implicaciones en la reproducción, así como en la salud humana y ambiental.
"Parece que el tipo de nanopartícula, y no solo el tamaño, puede ser el factor limitante ", dice Nana Asare, autor principal del estudio publicado en Toxicología .
Se necesitan más estudios que utilicen modelos in vivo para estudiar el impacto de las nanopartículas en la salud reproductiva.
Los investigadores utilizaron células de una línea celular de carcinoma testicular humano y células testiculares de dos cepas de ratones. uno de los cuales está modificado genéticamente para servir como modelo representativo de la toxicidad reproductiva masculina humana. Las células se expusieron a nanopartículas de dióxido de titanio (21 nm) y dos tamaños diferentes de nanopartículas de plata (20 nm y 200 nm) durante diferentes concentraciones y períodos de tiempo. Ambos tamaños de nanopartículas de plata inhibieron la función celular normal y causaron más muerte celular que las nanopartículas de dióxido de titanio. En particular, las partículas de plata de 200 nm causaron un aumento dependiente de la concentración en el daño del ADN en las células humanas.