El encuentro más personal que muchos consumidores han tenido hasta ahora con el campo tan anunciado de la nanotecnología es el tema de un artículo en la edición actual de Noticias de química e ingeniería (C&EN), la revista semanal de noticias de la American Chemical Society. Esos encuentros con frutos de la ciencia de las partículas ultrapequeñas, tan diminutas que 50, 000 podrían caber en el ancho de un cabello humano; pueden venir cuando los bañistas golfistas, ciclistas y otros se untan protector solar durante estos días de finales de verano.
Lauren K. Wolf, editora asociada de C&EN, explica que algunos protectores solares incorporan un enfoque llamado "basado en partículas" para proteger a las personas de los rayos ultravioleta potencialmente dañinos de la luz solar. Esas partículas están hechas de óxido de zinc o dióxido de titanio, que producen una protección más duradera y menos irritación de la piel para personas con piel sensible. Los protectores solares que contienen partículas grandes dan a la piel un color blanco, mirada pastosa. Para evitar eso, algunos fabricantes utilizan partículas de tamaño nanométrico.
El artículo describe la controversia que ha surgido sobre si esas partículas pueden atravesar la piel y tener efectos indeseables en el cuerpo. Wolf describe evidencia científica que sugiere que los protectores solares con estas partículas pueden tener tales efectos, y evidencia contradictoria que sugiere que no es así. La conclusión por ahora según el artículo, es untarse ese protector solar, dado que los beneficios probados en la reducción del riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la piel, superan los riesgos teóricos.