* Reflexión: Las nubes, los aerosoles y la superficie de la Tierra en sí reflejan una porción significativa de la radiación solar entrante en el espacio. Esto se conoce como albedo y su valor varía según las propiedades de la superficie.
* Absorción por la atmósfera: Los gases en la atmósfera, como el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano y el ozono, absorben una porción de la radiación solar entrante. Este proceso de absorción calienta la atmósfera y puede conducir a cambios en la circulación atmosférica.
* dispersión: La radiación solar se dispersa en diferentes direcciones por moléculas y partículas en la atmósfera. Esta dispersión provoca el color azul del cielo y contribuye a la difusión de la luz.
* Absorción por nubes: Las nubes reflejan cierta luz solar en el espacio, pero también absorben una porción significativa de la radiación solar, lo que contribuye a su efecto de calentamiento.
En resumen, el 50% restante de la radiación solar que no alcanza la superficie de la Tierra se refleja, absorbe la atmósfera y las nubes, o se dispersa. Estos procesos juegan un papel vital en el equilibrio y el clima energético de la Tierra.