He aquí por qué:
* aislamiento: Las cubiertas más gruesas proporcionan un mejor aislamiento. Atrapan más calor del sol y evitan la pérdida de calor del agua. Esto se traduce en calentamiento más rápido.
* Evaporación reducida: Una cubierta más gruesa crea una barrera más efectiva contra la evaporación, que es una fuente importante de pérdida de calor en las piscinas.
* Durabilidad: Las cubiertas más gruesas son generalmente más duraderas y resistentes a los pinchazos y las lágrimas, lo que significa que durarán más y proporcionarán un calentamiento más consistente.
Sin embargo, hay un equilibrio:
* Costo: Las cubiertas más gruesas tienden a ser más caras.
* Peso: Las cubiertas más pesadas pueden ser más difíciles de manejar y pueden requerir un carrete de cubierta de piscina más fuerte.
* Exposición al sol: Una cubierta demasiado gruesa puede bloquear demasiada luz solar, ralentizando el proceso de calentamiento.
El grosor ideal:
* cubiertas delgadas (4-6 mil): Lo mejor para climas suaves y piscinas más pequeñas. Son livianos y económicos.
* cubiertas de grosor medio (8-12 mil): Ofrezca un buen equilibrio de aislamiento, durabilidad y costo.
* cubiertas gruesas (16 mil o más): Ideal para climas más fríos y piscinas más grandes. Proporcionan aislamiento y durabilidad superiores, pero son más caros.
En última instancia, el mejor grosor para la cubierta solar de su piscina depende de sus necesidades y clima específicos.