Los paneles solares suelen estar compuestos por múltiples células fotovoltaicas, que son dispositivos semiconductores que convierten la luz solar directamente en electricidad. Cada celda suele tener forma cuadrada y suele ser de color azul o negro. Las celdas están dispuestas en forma de rejilla sobre una estructura de soporte, que a menudo está hecha de aluminio o acero. El panel puede estar enmarcado con aluminio anodizado u otro metal. La parte posterior del panel suele ser negra o gris y está hecha de un material resistente a la intemperie, como vidrio o plástico. La parte frontal del panel suele estar cubierta con una capa antirreflectante para mejorar la absorción de la luz.