Así como los astronautas y cosmonautas tienen mucho cuidado en mantener su higiene personal duchándose y cambiándose de ropa con regularidad, la ISS también pasa por un proceso de mantenimiento regular para asegurarse de que se mantenga limpia y desinfectada.
La ISS cuenta con una serie de filtros y sistemas que ayudan a mantener el aire limpio y libre de partículas nocivas. El aire de la cabina circula continuamente y pasa a través de filtros para eliminar el polvo, las bacterias y otros contaminantes. La estación también cuenta con un sistema de purificación de agua que elimina impurezas y contaminantes del agua utilizada para beber, cocinar e higiene personal.
Las superficies de la ISS también se limpian y desinfectan periódicamente utilizando diversos métodos. Los astronautas y cosmonautas usan toallitas antibacterianas y soluciones de limpieza para limpiar las superficies, y también usan aspiradoras para eliminar el polvo y los escombros.
Además de la limpieza y el mantenimiento generales, la ISS también se somete a un proceso de limpieza más exhaustivo cada pocos meses. Este proceso implica la limpieza de todas las superficies de la estación, así como de los sistemas de aire y agua. La ISS también se inspecciona periódicamente para detectar cualquier signo de daño o desgaste.
En general, la ISS es un entorno muy limpio y los astronautas y cosmonautas ponen mucho cuidado en mantenerlo así.