Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina Duke-NUS de Singapur ha descubierto por qué una vacuna candidata prometedora contra los virus del dengue y el Zika fracasó en los ensayos clínicos. Sus hallazgos, publicados en la revista Nature Medicine, podrían allanar el camino para el desarrollo de vacunas más eficaces contra estas enfermedades transmitidas por mosquitos.
La vacuna candidata, conocida como TV003, fue diseñada para generar anticuerpos que neutralizarían los virus del dengue y el Zika. Sin embargo, cuando se probó en ensayos clínicos, TV003 no logró brindar protección contra ninguno de los virus.
Los investigadores descubrieron que la temperatura natural del cuerpo impedía que TV003 indujera la producción de anticuerpos neutralizantes. En concreto, la alta temperatura del cuerpo humano (37 grados centígrados) provocó que la vacuna se degradara, impidiendo que se presentara adecuadamente al sistema inmunológico.
"Nuestros hallazgos proporcionan una posible explicación de por qué TV003 fracasó en los ensayos clínicos", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. Gavin Tan. "Creemos que este conocimiento podría ayudarnos a diseñar vacunas más eficaces contra los virus del dengue y el Zika".
El dengue y el Zika son dos de las enfermedades transmitidas por mosquitos más comunes en el mundo. Se estima que el dengue infecta hasta 400 millones de personas cada año, mientras que se estima que el Zika infectó hasta 1 millón de personas durante su brote de 2015-2016 en las Américas.
Ambos virus pueden causar una variedad de síntomas, que incluyen fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares y náuseas. En casos graves, el dengue puede provocar complicaciones potencialmente mortales, como la fiebre hemorrágica del dengue y el síndrome de shock por dengue. El Zika puede causar defectos de nacimiento en bebés nacidos de madres infectadas.
Actualmente no existen vacunas eficaces contra el dengue o el Zika. El desarrollo de una vacuna segura y eficaz es una máxima prioridad para los funcionarios de salud pública.
Los investigadores afirman que sus hallazgos podrían ayudar a acelerar el desarrollo de vacunas contra el dengue y el Zika. Creen que al diseñar vacunas que sean estables a la temperatura corporal, pueden mejorar las posibilidades de éxito en los ensayos clínicos.
"Somos optimistas en cuanto a que nuestros hallazgos contribuirán al desarrollo de vacunas más eficaces contra el dengue y el Zika", afirmó el Dr. Tan. "Creemos que este es un paso importante en nuestra lucha contra estas enfermedades devastadoras".