París:
París ha logrado avances significativos en la mejora de la calidad del aire en los últimos años. La ciudad ha implementado varias iniciativas para reducir la contaminación del aire, que incluyen:
- Fomentar el transporte público y la bicicleta para reducir el número de vehículos en circulación.
- Implementar normas más estrictas sobre emisiones de vehículos y fomentar el uso de vehículos eléctricos e híbridos.
- Crear más espacios verdes y parques, que ayuden a absorber contaminantes y mejorar la calidad del aire.
- Introducir zonas sin coches y restringir el tráfico en determinadas zonas durante las horas punta.
Como resultado de estas medidas, París ha experimentado una marcada disminución de los niveles de contaminación del aire. Según datos de Airparif, la agencia de seguimiento de la calidad del aire de la ciudad, la concentración de partículas en suspensión (PM10) se ha reducido significativamente desde 2010. En 2010, la concentración media anual de PM10 fue de 31 microgramos por metro cúbico (μg/m³), superando la La pauta recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 20 µg/m³. Sin embargo, en 2021, la concentración promedio de PM10 había caído a 21 µg/m³, lo que indica una mejora sustancial en la calidad del aire.
Londres:
Londres también ha tomado medidas para abordar la contaminación del aire, pero el progreso ha sido desigual. Algunas iniciativas importantes incluyen:
- Implementar la Zona de Emisiones Ultra Bajas (ULEZ), una zona de cargos por congestión donde los vehículos deben cumplir ciertos estándares de emisiones o pagar una tarifa.
- Promover el uso de combustibles más limpios y alentar a los operadores de flotas a convertir sus vehículos a alternativas más limpias.
- Ampliar la red de transporte público de la ciudad, incluida la introducción de autobuses eléctricos y autobuses con pila de combustible de hidrógeno.
- Implementar un programa de Barrios Bajos en Emisiones para reducir la contaminación del aire en áreas específicas.
A pesar de estos esfuerzos, Londres todavía enfrenta desafíos para mejorar la calidad del aire. Los niveles de contaminación del aire de la ciudad, particularmente dióxido de nitrógeno (NO2) y partículas (PM2.5), han sido consistentemente más altos que las pautas recomendadas por la OMS. Según datos de la Red de Calidad del Aire de Londres, la concentración media anual de NO2 en 2021 fue de 36 µg/m³, muy por encima de la directriz de la OMS de 10 µg/m³. Del mismo modo, la concentración media anual de PM2,5 fue de 11,5 µg/m³, superando la directriz de la OMS de 10 µg/m³.
Comparación y desafíos actuales:
Si bien París ha logrado avances notables en la reducción de la contaminación del aire, Londres todavía enfrenta problemas persistentes de calidad del aire. Varios factores contribuyen a esta diferencia, incluida la diferente eficacia de las políticas implementadas, la densidad del tráfico, la antigüedad de las flotas de vehículos y la geografía y el clima de la ciudad.
Ambas ciudades continúan enfrentando desafíos continuos para abordar la contaminación del aire. Incrementar la adopción de vehículos eléctricos e híbridos, mejorar la infraestructura de transporte público, fomentar más caminar y andar en bicicleta e implementar regulaciones de emisiones más estrictas serán pasos cruciales para mejorar aún más la calidad del aire en París y Londres. Además, abordar el problema de la contaminación del aire requiere la colaboración entre diversas partes interesadas, incluidos formuladores de políticas, planificadores urbanos, autoridades de transporte y ciudadanos, para trabajar juntos hacia un entorno urbano más limpio y saludable.